martes, 4 de diciembre de 2012

Un faraón revolucionario







Seguramente muchos de ustedes conocían la historia de Akenatón, el faraón que se rebeló contra el poderoso clero de Tebas, estableciendo una nueva religión  monoteísta que rendía culto a Atón, el disco solar. Ha aperecido en películas como "Sinhué el egipcio". Hoy en día es considerado como uno de los faraones más interesantes, pero hasta hace no mucho era un desconocido.

File:Musee national - alexandrie akhenaton.JPG

Hijo de Amenhotep III, monarca de la XVIII dinastía, Akenatón fue coronado con el nobre de Amenofis IV. Casado con la bella Nefertiti, él vió como el clero influía en las decisiones de su padre, y se propuso corregir dicha situación. 
File:Nefertiti 30-01-2006.jpg

Tras subir al trono, y después de mucho reflexionar, concluyó que la verdadera religión era una en la cual se le rendía culto al sol (Atón). Se cambió el nombre a Aketanón (aquel que le gusta a Atón). Ésta representó una verdadera revolución religiosa en Egipto, ya que se pasaba del super-equipo de divinidades a una creencia con un sólo dios abstracto y amorfo. Una religión que, ciertamente, no precisaba del poderoso clero de Tebas.

Resultó que (de más está decirlo) los sacerdotes tebanos enfurecieron e iniciaron una serie de intrigas con el ejército, el cual se rebeló en contra del soberano, obligándolo a renunciar. Además, el Atonismo nunca pegó mucho entre los egipcios, tan acostumbrados al politeísmo y los dioses mitad hombre-mitad animal.

Según me indicó Mayoneso (quien tiene a su cargo el fantástico Yo soy de la generación de Mampato), la historieta que leyeron arriba apareció originalemente el 16 de febrero de 1971 en la revista Tintín y fue dibujada por el belga Jean Tortón (más conocido como Jeronatón), el cual también tiene varias obras dedicadas a las culturas precolombinas (algunas de ellas aparecieron en "Mampato", al igual que la de arriba, en el número 89).

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