sábado, 13 de octubre de 2012

I'm a poor lonesome Chinese and a long way from Shangai...

Me encanta Lucky Luke. Es que Lucky Luke tiene todas aquellas cosas de la historieta que le gustaban al varoncillo impaciente que yo era (y que quizá aún soy): un buen protagonista, un ambiente muy cómico tomado de un western deforme y una serie de gags pequeños que, lejos de distraer, enriquecen la historia. Y ¡oh!, los personajes secundarios. Aquellos clichés de las viejas películas e historietas norteamericanas del oeste, donde aparecían esos tipos idealizados que precedieron a los del duro y cruel western tardío. Ahí desfilan el banquero honrado/deshonesto, el agricultor gordo y anciano, el chino de la lavandería, el violento bandido que vaga de ciudad en ciudad, el mexicano holgazán, la típica hija de ranchero del oeste huerfana y desamparada, la señora inmaculada que siempre viste de blanco, la bailarina... y el héroe. El héroe anterior a "Los Siete Magníficos", que va errante en busca de justicia, como Supermán, pero cubierto de polvo. Si, John Wayne.

Todos esos personajes se usaron tanto, especialmente en Hollywood, que termiraron siendo blanco de las parodias por décadas. De ahí salen, entre otros, Tiro Loco McGraw (1959) y Cactus Jack (1979).

Exactamente.

Ahora, centrándonos en la serie que nos convoca, podemos decir que fue creada por el belga Morris en 1946, por encargo de Jijé para la revista "Almanaque Spirou", donde nuestro héroe debutaba en la historia "Arizona 1880", pensado como una parodia de las aventuras de Red Ryder publicadas por Spirou. Morris (el cual había estudiado animación), había diseñado a unos personajes de trazos redondos, con cuatro dedos, muy similares a los de las historietas de Disney. 

¡Compare y Compruebe!

"Arizona 1880" se hizo muy popular y la historieta de Morris se transformó en parte del elenco estable de las historietas de Dupis. Y unos años después, Morris, junto a Franquín y Jijé (¡vaya trío de tres!) viajarían a los Estados Juntos, donde se sumergiría en la Historia gringa, conocería a Harvey Kurtzman y Jack Davis (¡vaya par de dos!), que por entonces trabajaban para la querida EC Comics. 

Además, en el coloso del norte haría lazos de amistad con René Goscinny, el cual se transformaría en guionista de la serie hasta su muerte en 1977. Él, de hecho, le daría su carácter defininitivo a la serie (que se estaba pasando al estilo de dibujo de la Escuela de Marcinelle), con ese espíritu irónico, crítico y a la vez festivo. Tras la muerte de Goscinny, Morris no se quedaría con un guionusta propio, muchas veces argumentando él mismo sus creaciones, hasta su muerte en el 2001. 

Y ahora sí, vamos con la historieta. Se llama "Li-Chi's Story", y si bien apenas interviene Lucky Luke, no deja de ser realmente genial. Es de la era post-Goscinny, cuando las aventuras del personaje se publicaban en varias revistas de la editorial Dargaud, y tendían a ser más cortas. Desconozco quien hizo el guión, y también la fecha de publicación.









Ahora, si usted cree que esta entrada tiene menos carne que un wantán, váyase el demonio tenga un poquito de paciencia, porque en un poco de tiempo subiré algo con menos ruido y más nueces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario